UNCHARTED: Campo de Hielo Norte - Cordón Aysén
![El 23 fue un día intenso... comprar toda la comida en la mañana, viajar a Puerto Bertrand en la tarde y embolsar la comida en raciones diarias durante la noche. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_060a4721fa2bf15060782847ad61ed67dcf37bcf41c876dcce45605125634a3f.jpg)
El 23 fue un día intenso... comprar toda la comida en la mañana, viajar a Puerto Bertrand en la tarde y embolsar la comida en raciones diarias durante la noche. ©Natalia Martinez
![Un nuevo ángel guardián nos salió al paso. Jonathan Leidich, uno de los terratenientes del valle del Soler, y que con su “Camioncito” nos fue a buscar junto con nuestras cargas para ir al muelle de Puerto Bertrand. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_4dc2d3a71eb88c7f0eba03f0d012c1b98caf062bedd80f746fdf50876d9e05f3.jpg)
Un nuevo ángel guardián nos salió al paso. Jonathan Leidich, uno de los terratenientes del valle del Soler, y que con su “Camioncito” nos fue a buscar junto con nuestras cargas para ir al muelle de Puerto Bertrand. ©Natalia Martinez
![Cargando el bote, primero con el pasto para los animales y luego seguirían nuestras cargas. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_7561510c5bcb662ec82dae1bd372f40e67f2ae7421306ff6e075972cf351398e.jpg)
Cargando el bote, primero con el pasto para los animales y luego seguirían nuestras cargas. ©Natalia Martinez
![Entre risas y anécdotas vamos remontando el lago Bertrand junto a Jonathan (izquierda) y Don Ramón Sierra (derecha), baqueano que lleva décadas viviendo en el valle del Soler. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_b874cad8cfecc21af34edfc28715cc26494a3015bd8fe4e02cc8861a76d38093.jpg)
Entre risas y anécdotas vamos remontando el lago Bertrand junto a Jonathan (izquierda) y Don Ramón Sierra (derecha), baqueano que lleva décadas viviendo en el valle del Soler. ©Camilo Rada
![Al calor de la estufa conversando de nombres, lugares e historias con Jonathat, don Ramon y Don Luis Soto, otro lugareño. Poco a poco mejorando nuestro mapa e incorporando el conocimiento de los locales. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_e21c18b0aca51b8a164da058220ec6b0bd06e35e9a05f8468ec88e120b4699ff.jpg)
Al calor de la estufa conversando de nombres, lugares e historias con Jonathat, don Ramon y Don Luis Soto, otro lugareño. Poco a poco mejorando nuestro mapa e incorporando el conocimiento de los locales. ©Natalia Martinez
![Una pareja de carpinteros (aquí la hembra) observan nuestra marcha valle adentro, rumbo al rancho de El Palomar. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_5ffea6a94798297ca46d479d84c93f5fc5350b8541dd6dad94404c05aa6afa8a.jpg)
Una pareja de carpinteros (aquí la hembra) observan nuestra marcha valle adentro, rumbo al rancho de El Palomar. ©Camilo Rada
![Una pareja de carpinteros (aquí el macho) observan nuestra marcha valle adentro, rumbo al rancho de El Palomar. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_8549609447de021eb989372c53402e389c660fc6d730269c2674cf057656febf.jpg)
Una pareja de carpinteros (aquí el macho) observan nuestra marcha valle adentro, rumbo al rancho de El Palomar. ©Camilo Rada
![¡Hora del almuerzo! Junto al fuego hacemos una pausa para comer y compartir unos mates. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_67314a3336c277c6b17c332431ca31b8eac77616ebee926eb31af68529971bdc.jpg)
¡Hora del almuerzo! Junto al fuego hacemos una pausa para comer y compartir unos mates. ©Camilo Rada
![Natalia disfrutando un mate junto al fuego mientras nos divertíamos con las anécdotas de Jonathan. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_2d10e077df6cad5f08bbdbde60cd9b58b7cb6d3f5069970474724acc8f945dd0.jpg)
Natalia disfrutando un mate junto al fuego mientras nos divertíamos con las anécdotas de Jonathan. ©Camilo Rada
![Camilo vadeando el río Claro, luchado contra un frío que parece penetrar hasta la médula misma de los huesos. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_acfd82c3a69ed75d805bf4d625202e57204c0121d06a73bbc1af7062e17fba81.jpg)
Camilo vadeando el río Claro, luchado contra un frío que parece penetrar hasta la médula misma de los huesos. ©Natalia Martinez
![Los 26 kilómetros de marcha se pasaban rápidamente mientras disfrutábamos la belleza del sendero, lleno de hermosos rincones como estas cascadas que se arrastran por paredes de granito. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_30748054f8de8b9b1af72ada38645ca1ffcdb9d1b01957c43314cd2a85655a7d.jpg)
Los 26 kilómetros de marcha se pasaban rápidamente mientras disfrutábamos la belleza del sendero, lleno de hermosos rincones como estas cascadas que se arrastran por paredes de granito. ©Camilo Rada
![Tras 26 km de marcha, finalmente llegamos al rancho del Palomar, una rústica construcción que con un fuego, un mate y buena conversa se transforma en el lugar más acogedor del mundo. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_c8c87674995aa1bbf20fecb64610a74a3d9036ae9146ce45031151f4d1b02a3c.jpg)
Tras 26 km de marcha, finalmente llegamos al rancho del Palomar, una rústica construcción que con un fuego, un mate y buena conversa se transforma en el lugar más acogedor del mundo. ©Camilo Rada
![Una noche estrellada en El Palomar, no parecía presagiar el diluvio del siguiente día. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_354af1b4839e6dd1c3ef4e9cb6917b8b05b50b88a73e368d1ae426d5e981664e.jpg)
Una noche estrellada en El Palomar, no parecía presagiar el diluvio del siguiente día. ©Camilo Rada
![Tras cruzar el arroyo Romero, una parada para tomar té y reponer fuerzas para seguir porteando bajo la lluvia. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_d01af70f3b9c7c4818b9f5fea5c552ededecc46531b86ebb412a71677065b606.jpg)
Tras cruzar el arroyo Romero, una parada para tomar té y reponer fuerzas para seguir porteando bajo la lluvia. ©Natalia Martinez
![A pesar de la lluvia logramos dejar nuestro primer porteo en la morrena a pasos del glaciar Nef. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_9c9428570299d3d2c7a9534791dd3098219a7a787425b47abe9cbed5f5d7f1db.jpg)
A pesar de la lluvia logramos dejar nuestro primer porteo en la morrena a pasos del glaciar Nef. ©Natalia Martinez
![Remontando el valle del arroyo Romero, que proporciona un excelente acceso al glaciar Nef y con ello al Campo de Hielo Norte ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_4d74cda70c8202f49bff1e36ac2dd4db1e4ae6f18d2cd837bd745dd2c4cb4f2d.jpg)
Remontando el valle del arroyo Romero, que proporciona un excelente acceso al glaciar Nef y con ello al Campo de Hielo Norte ©Camilo Rada
![Las nubes de anteayer habían desaparecido dejando al descubiero las hermosas montañas que nos rodeaban. Aquí el cerro Arenales y un poco más adelante una montaña de bellas lineas pero sin nombre y muy probablemente sin ascensiones. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_b7475ccc8097c40e7f17428e326fda3e2be54f51886f642a1d3c15c15e9f185e.jpg)
Las nubes de anteayer habían desaparecido dejando al descubiero las hermosas montañas que nos rodeaban. Aquí el cerro Arenales y un poco más adelante una montaña de bellas lineas pero sin nombre y muy probablemente sin ascensiones. ©Camilo Rada
![Al adelgazarse el glaciar Nef, la laguna marginal crece y crece. Cuando Camilo pasó por acá 10 años atrás esta laguna no existía. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_5fb8b8c4d8a7a5e2245394860d044c6ba2c320029cbd55352aff484e04eafb81.jpg)
Al adelgazarse el glaciar Nef, la laguna marginal crece y crece. Cuando Camilo pasó por acá 10 años atrás esta laguna no existía. ©Camilo Rada
![Sumando el nuevo porteo al depósito. Atrás el glaciar Nef, y al fondo el paso por el que esperamos acceder al Campo de Hielo Norte. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_bc412d284c380091a76d7fb40faccf4c5d61af0c798f37c67a52649dd2d4affa.jpg)
Sumando el nuevo porteo al depósito. Atrás el glaciar Nef, y al fondo el paso por el que esperamos acceder al Campo de Hielo Norte. ©Natalia Martinez
![Observando el glaciar y el paso que nos separan del Campo de Hielo Norte. Tratando de encontrar la solución al laberinto de grietas que nos espera. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_aabc453c7089dc6bf93efa611d32282b1753d4de26b2672ac619b2896ae8130c.jpg)
Observando el glaciar y el paso que nos separan del Campo de Hielo Norte. Tratando de encontrar la solución al laberinto de grietas que nos espera. ©Natalia Martinez
![Natalia cruzando el arroyo Romero, ahora mucho más facil que con la crecida del primer porteo tres días atrás. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_4e8b56bcdf7177be628198f019e3aec17aacb9ec11046078447c39fbf6353cc1.jpg)
Natalia cruzando el arroyo Romero, ahora mucho más facil que con la crecida del primer porteo tres días atrás. ©Camilo Rada
![El siguiente paso: Cruzar el glaciar Nef y el paso Cachet, observamos con detención el terreno que nos espera. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_e1a2d83177229a90b091871c4cd3ec450451e818057527108e136df125c0c853.jpg)
El siguiente paso: Cruzar el glaciar Nef y el paso Cachet, observamos con detención el terreno que nos espera. ©Camilo Rada
![Moviendo finalmente todas nuestras cargas al glaciar Nef, desde donde continuaremos la marcha con trineos. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_19abace64f079bb4aed39c4e3a7f752de350d8284c99480d3931b805492f392e.jpg)
Moviendo finalmente todas nuestras cargas al glaciar Nef, desde donde continuaremos la marcha con trineos. ©Camilo Rada
![La Luna y las estrellas nos acompañan en nuestro Campamento 1, ya sobre el glaciar Nef. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_52f258547cf992a940a0aa88e7aecf77ca02abe3033766fc235a83058eea2a07.jpg)
La Luna y las estrellas nos acompañan en nuestro Campamento 1, ya sobre el glaciar Nef. ©Camilo Rada
![Sorteando un río glaciar, que por estar cási congelado no supuso mayor obstáculo. Atrás los cerros Gargantua y Pantagruel se levantan como centinelas del hielo. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_d3f84293d2bd3e47b47d105e4422a76963ca899cc814b87023263eff3cfa3774.jpg)
Sorteando un río glaciar, que por estar cási congelado no supuso mayor obstáculo. Atrás los cerros Gargantua y Pantagruel se levantan como centinelas del hielo. ©Natalia Martinez
![Una avalancha de seracs llena el valle con su estruendo. Atrás la característica torre de la punta Pantagruel. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_fa4745670b3f5e5d303f8518191fa33c1280cc686e0c508e1c1b791e8f60023c.jpg)
Una avalancha de seracs llena el valle con su estruendo. Atrás la característica torre de la punta Pantagruel. ©Camilo Rada
![Cruzando el glaciar Nef. Aunque ondulado, el terreno aún nos deja avanzar con los trineos. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_3f6705f1d9bb631baf13f7b07fbc795b753d7193f6cc997d3aa20754047b0e90.jpg)
Cruzando el glaciar Nef. Aunque ondulado, el terreno aún nos deja avanzar con los trineos. ©Natalia Martinez
![Natalia cruzando una de las cientos de grietas que se nos interponían durante nuestro avance por el glaciar Nef. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_baa4aa2aa045d7c7e4d40201226a73f37d073b02bd25f295d1ba217916504a5e.jpg)
Natalia cruzando una de las cientos de grietas que se nos interponían durante nuestro avance por el glaciar Nef. ©Camilo Rada
![Al llegar a la morrena central, no pudimos seguir avanzando con trineos y nos vimos forzados a volver a portear. Aquí, emprendemos el primer porteo desde nuestro Campamento 2 en la morrena central del glaciar Nef. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_fb24767ed447e5a7050483a5e0933573142fcbe4a87bcf028ae7b8de368c35b1.jpg)
Al llegar a la morrena central, no pudimos seguir avanzando con trineos y nos vimos forzados a volver a portear. Aquí, emprendemos el primer porteo desde nuestro Campamento 2 en la morrena central del glaciar Nef. ©Camilo Rada
![Natalia pasando por uno de los muchos estrechos filos de hielo que conformaban el laberinto de grietas que nos separaba del paso Cachet. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_36207e45ce8ac4f80dfc2b4a46a96235b4459456e261ff1a090d073639d2f50e.jpg)
Natalia pasando por uno de los muchos estrechos filos de hielo que conformaban el laberinto de grietas que nos separaba del paso Cachet. ©Camilo Rada
![El avance era lento en un terreno que en pocos metros podía pasar de rocas a hielo, o a nieve honda. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_93a6a7115a4b5abf2e16462f2392e00f8756880f582ca9de42d468e6d86f6ffe.jpg)
El avance era lento en un terreno que en pocos metros podía pasar de rocas a hielo, o a nieve honda. ©Natalia Martinez
![Asegurando un depósito que pensamos era a prueba de todo. Amarrado a una gran roca, con una sonda para marcar la posición, y las coordenadas bien registradas en el GPS. Incluso pusimos una baliza electrónica que nos permitiría encontrarlo aunque quedara c](/assets/images/dispatches/thumb_e94c50d4fc66354957e14282979af60daa426f632bfaca0d026367fe8d641bd5.jpg)
Asegurando un depósito que pensamos era a prueba de todo. Amarrado a una gran roca, con una sonda para marcar la posición, y las coordenadas bien registradas en el GPS. Incluso pusimos una baliza electrónica que nos permitiría encontrarlo aunque quedara c
![Las paredes de granito y cumbres sin nombre en los alrededores del cerro Largo se lucen con la suave y cálida luz del atardecer. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_511ce2270b29230113c379f371c56080941867ad417fcc47053a137c35129bd4.jpg)
Las paredes de granito y cumbres sin nombre en los alrededores del cerro Largo se lucen con la suave y cálida luz del atardecer. ©Camilo Rada
![¡Vamos que se puede! Natalia superando un escalón de hielo con las cargas del tercer y último porteo. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_93479c6ba9e972e59b158f32efb738c68206841ebedd9de64c2c0136aeeb95b9.jpg)
¡Vamos que se puede! Natalia superando un escalón de hielo con las cargas del tercer y último porteo. ©Camilo Rada
![Para lo que no estaba preparado nuestro depósito fue para la lluvia torrencial que tuvimos y que inundó todo. Y a pesar de las dobles y triples bolsas plásticas, muchas cosas se mojaron, incluyendo comida y toda la ropa más abrigada de Natalia, así que tu](/assets/images/dispatches/thumb_3babe1ea69846b4484c222df651039ce3b909fa7324d7dec0cbf4b83a6476f6f.jpg)
Para lo que no estaba preparado nuestro depósito fue para la lluvia torrencial que tuvimos y que inundó todo. Y a pesar de las dobles y triples bolsas plásticas, muchas cosas se mojaron, incluyendo comida y toda la ropa más abrigada de Natalia, así que tu
![¡Bienvenidos a Campo de Hielo Norte! Las grietas quedan atrás y la “Pampa de hielo” se extiende frente a nosotros. Con nada más ni nada menos que el Cordón Aysén como telón de fondo. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_d52ea97a19bcd76e329f37b9c6fe1bfcafdd0b63bbfe8862b43dc72d4fc10cb1.jpg)
¡Bienvenidos a Campo de Hielo Norte! Las grietas quedan atrás y la “Pampa de hielo” se extiende frente a nosotros. Con nada más ni nada menos que el Cordón Aysén como telón de fondo. ©Camilo Rada
![El cerro al que llamábamos “Alfil” por su audaz silueta, sin duda una de las cumbres más atractivas del cordón Aysén. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_4e70329e6c8dcf726f58a9704f93789ddc093b1e4bf1fd35e64533304c505210.jpg)
El cerro al que llamábamos “Alfil” por su audaz silueta, sin duda una de las cumbres más atractivas del cordón Aysén. ©Camilo Rada
![A falta de nombres estos son las cumbres a las que nos referíamos como A7, A8 y A9... está última pronto recibiría nuestra visita. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_64e86a71d5766dcc021b7c6ef66dca0f03ce8460c8f5a004e3e6d92513a9bd45.jpg)
A falta de nombres estos son las cumbres a las que nos referíamos como A7, A8 y A9... está última pronto recibiría nuestra visita. ©Camilo Rada
![Sin dida una de las cumbre más atractivas del cordón Aysén. En nuestra nomenclatura son las cumbres A3, A4 y A5, pero la expedición que a comienzos de este años trabajó en el glaciar Benito, del lado Oeste del cordón, lo llamaba muy apropiadamente cerro “](/assets/images/dispatches/thumb_39074ade5a9fc54b18c3ec7e09c55382f84a8d47233abe309a92ddbdf7241462.jpg)
Sin dida una de las cumbre más atractivas del cordón Aysén. En nuestra nomenclatura son las cumbres A3, A4 y A5, pero la expedición que a comienzos de este años trabajó en el glaciar Benito, del lado Oeste del cordón, lo llamaba muy apropiadamente cerro “
![Tras las paredes de granito de un nunatak que se alza en medio del hielo, aparece a la distancia el cerro De Geer, muy probablemente el más alto del cordón Aysén. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_17695945e3da34d85f24c1cdc573c4f8bca733e150cc95e8104d6845ce6798a7.jpg)
Tras las paredes de granito de un nunatak que se alza en medio del hielo, aparece a la distancia el cerro De Geer, muy probablemente el más alto del cordón Aysén. ©Natalia Martinez
![Una de las cumbres vírgenes del cordón Aysén. A la que – a falte de nombre – nos referimos como “A1”. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_42391f68e9ab4a95295caa10e186bfc14dfe28b9f7f65d1919f4c0773c7765d3.jpg)
Una de las cumbres vírgenes del cordón Aysén. A la que – a falte de nombre – nos referimos como “A1”. ©Camilo Rada
![La formidable pared de granito de la cara Norte del inescalado cerro Nora Oeste (centro) y la mole del cerro Arenales (derecha). ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_034772ab8fa9836a05bba6355a044e61e7c74b1c4086a78c4a8a8592da2c08a5.jpg)
La formidable pared de granito de la cara Norte del inescalado cerro Nora Oeste (centro) y la mole del cerro Arenales (derecha). ©Camilo Rada
![Natalia dejando atrás el paso Cachet. Desde donde el cerro homónimo luce su formidable cara Oeste. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_eab91e77f4d7051cf5b5a1bc004e3883543474d190ab1912ee3471a88832df44.jpg)
Natalia dejando atrás el paso Cachet. Desde donde el cerro homónimo luce su formidable cara Oeste. ©Camilo Rada
![Nuestro campamento cuatro tras su primera noche. Donde tomamos un día de descanzo debido a las fuertes nevadas, viento y nula visibilidad. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_74dea49422b4d15a65cc315560dc2b1a91bd11b6a465f20a5bdc92661356de73.jpg)
Nuestro campamento cuatro tras su primera noche. Donde tomamos un día de descanzo debido a las fuertes nevadas, viento y nula visibilidad. ©Natalia Martinez
![Mientras la tormenta ruge afuera de nuestro muro, nosotros pasamos bastante bien el día entre picaditas, mate y buena conversación. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_fb5761c57cc09ec953d37ec4a8af791f84e173227fa78f60f3cbd962beadef8f.jpg)
Mientras la tormenta ruge afuera de nuestro muro, nosotros pasamos bastante bien el día entre picaditas, mate y buena conversación. ©Camilo Rada
![El 8 de Agosto amaneció con nubes bajas pero que dejaban colarse los tímidos rayos de sol del amanecer. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_0daeec88fd098d18bb9e1e66d8916a32436df8678b65c679ee4d33059a24bdd8.jpg)
El 8 de Agosto amaneció con nubes bajas pero que dejaban colarse los tímidos rayos de sol del amanecer. ©Camilo Rada
![A poco de partir, las nubes bajaron y la visibilidad se fue a cero. Obligándonos a navegar a punta de GPS. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_434ca61da2005bdf55a63e553e8f02798b792dfeaf547d07db370ae715740df3.jpg)
A poco de partir, las nubes bajaron y la visibilidad se fue a cero. Obligándonos a navegar a punta de GPS. ©Camilo Rada
![Un gran tormenta estaba pronosticada para el día 8 de Agosto, así que el 7 nos levantamos tempranito a pesar de la nula visibilidad, para mejorar nuestro muro y preparar la carpa para la tormenta. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_5fe10bb057973db45e8b2d3072aeaae4dcdcff519809af0cd33ba78ca3a3b301.jpg)
Un gran tormenta estaba pronosticada para el día 8 de Agosto, así que el 7 nos levantamos tempranito a pesar de la nula visibilidad, para mejorar nuestro muro y preparar la carpa para la tormenta. ©Natalia Martinez
![Pero durante la mañana, las nubes se empezaron a levantar y el primero en asomarse fue el majestuoso monte San Valentín. La cúspide de la Patagonia. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_07a881d79a78aa45980c0c009198de651b96d5e55dc97b4741572b33bccdd516.jpg)
Pero durante la mañana, las nubes se empezaron a levantar y el primero en asomarse fue el majestuoso monte San Valentín. La cúspide de la Patagonia. ©Camilo Rada
![Y un poco más tarde las nubes revelaron esta hermosa cumbre, ya era medio día, pero a pesar de eso nos lanzamos a intentar alcanzarla. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_ad8393cd5f010fa74988948e727f76a96f9255d2114dcc041a9ead297ded4e33.jpg)
Y un poco más tarde las nubes revelaron esta hermosa cumbre, ya era medio día, pero a pesar de eso nos lanzamos a intentar alcanzarla. ©Camilo Rada
![Y así, poco después del medio día emprendimos la marcha en pos de esa hermosa cumbre vírgen. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_9f6b6def7e5b8d2bb5e817a5a8e28a8a0eedc93b14dac5fa5a5474fb40d89dfa.jpg)
Y así, poco después del medio día emprendimos la marcha en pos de esa hermosa cumbre vírgen. ©Camilo Rada
![Siguiendo la tónica de la expedición, el buen tiempo no duró mucho y las nubes comenzaron a rodearnos nuevamente. Entre las nubes se ve la audaz silueta del cerro Alfil. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_e6312aae44fd289939441c830a0f2f3261ce5d34a073784fff6b372667513c78.jpg)
Siguiendo la tónica de la expedición, el buen tiempo no duró mucho y las nubes comenzaron a rodearnos nuevamente. Entre las nubes se ve la audaz silueta del cerro Alfil. ©Camilo Rada
![Intentamos primero por una chimenea de roca y hielo que resulto ser imposible de proteger sin equipo de roca y estar bloqueada por carámbanos de nieve. Mientras tanto las nubes comenzaron a disiparse. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_fda35b13e0fb12f5605425c1d6a7494a63a389ef4f99b8522e8e12c360e20ac3.jpg)
Intentamos primero por una chimenea de roca y hielo que resulto ser imposible de proteger sin equipo de roca y estar bloqueada por carámbanos de nieve. Mientras tanto las nubes comenzaron a disiparse. ©Natalia Martinez
![Con extrema alegría veíamos como retrocedían las nubes y detrás de ellas se rebelaban los gigantescos glaciares que bajan hacia el mar, el golfo de Penas, istmo de Ofqui y la laguna San Rafael. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_ff4c673caa276257ddca5fd53aa9811a4ff05ea1981de83c4948b528b14b5fa4.jpg)
Con extrema alegría veíamos como retrocedían las nubes y detrás de ellas se rebelaban los gigantescos glaciares que bajan hacia el mar, el golfo de Penas, istmo de Ofqui y la laguna San Rafael. ©Camilo Rada
![Con más visibilidad rodeamos el torreon encontrando una canaleta en el hongo de escarcha que nos permitió superar el primer resalte. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_d948ee418098eaa70c36067a88b1bd6fdc331754065a949c6472275435d48041.jpg)
Con más visibilidad rodeamos el torreon encontrando una canaleta en el hongo de escarcha que nos permitió superar el primer resalte. ©Natalia Martinez
![Teniendo la cumbre un hongo de hielo extraplomado. Acompañados suabes rayos del sol rodeamos el hongo encontrando un acceso expuesto pero más accesible en el extremo Este del Hongo. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_782ec8181fe654f96e53851bea1e5dbe085fc9fdb64e0ffda05f56ad6f0bf89a.jpg)
Teniendo la cumbre un hongo de hielo extraplomado. Acompañados suabes rayos del sol rodeamos el hongo encontrando un acceso expuesto pero más accesible en el extremo Este del Hongo. ©Camilo Rada
![Hacia el Sur, desfilaban las audaces cumbres del cordón Aysén (A6 al centro y cerro Aguila a la izquierda). ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_9f505fac8263aad3539ef874a212ba34eaa057780a816036ab501526d9e30d12.jpg)
Hacia el Sur, desfilaban las audaces cumbres del cordón Aysén (A6 al centro y cerro Aguila a la izquierda). ©Camilo Rada
![La magia se consolido al ser esta la noche de Luna llena de la expedición, la que en esos instantes se alzaba como envuelta en llamas tras el cerro Nora. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_ab93f5a539dbe4e31426226bddf83c3c8eb9257f6c2722602c4d6d0c9439d7d4.jpg)
La magia se consolido al ser esta la noche de Luna llena de la expedición, la que en esos instantes se alzaba como envuelta en llamas tras el cerro Nora. ©Camilo Rada
![Una tarde épica y mágica, un regalo de la Patagonia. Natalia festeja en la cumbre del cerro que pasaría a llamarse “Enroque”. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_7e0c3d811a20f24092cee9e7276fb6c64973119a55a3184f5357b925dc889827.jpg)
Una tarde épica y mágica, un regalo de la Patagonia. Natalia festeja en la cumbre del cerro que pasaría a llamarse “Enroque”. ©Camilo Rada
![¡¡Cumbre!! A sólo 2.500 metros pero sintiéndonos en la cima del mundo! Momentos que quedarán por toda la vida, indelebles, fuera del tiempo. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_bbe20d0e5022796b06ee401063452d260d6822154d298e555b6ab98492f83d76.jpg)
¡¡Cumbre!! A sólo 2.500 metros pero sintiéndonos en la cima del mundo! Momentos que quedarán por toda la vida, indelebles, fuera del tiempo. ©Natalia Martinez
![El broche de oro de un día extraordinario. Deslizándonos en una suave nieve bajo la luz de la Luna. Primeros seres humanos en estas laderas, solo con las estrellas como testigos. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_466ad08d33e4f515403907a717581285827ce79ae239d5a2e8c0f88772b73da7.jpg)
El broche de oro de un día extraordinario. Deslizándonos en una suave nieve bajo la luz de la Luna. Primeros seres humanos en estas laderas, solo con las estrellas como testigos. ©Camilo Rada
![La alegría de la cumbre del cerro Enroque nos hacía por ahora inmunes a las burlas del cerro De Geer, que tras caer el sol se dejaba ver prístino y tentador. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_569ad6798baf25e406ad9e5e98ba987842566c086eaf7f5de4528470f1fc38e6.jpg)
La alegría de la cumbre del cerro Enroque nos hacía por ahora inmunes a las burlas del cerro De Geer, que tras caer el sol se dejaba ver prístino y tentador. ©Camilo Rada
![Al día siguiente (8 de Agosto), llego la tormenta como estaba pronosticado. Así que fuera de salir a palear un par de veces, nos quedamos descansando al abrigo de nuestro muro y procesando la hermosa experiencia del día anterior. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_c7466d6c8adb2761e2faf907cfaf8c7673e4113e596e2badf0cacc15fa2feaae.jpg)
Al día siguiente (8 de Agosto), llego la tormenta como estaba pronosticado. Así que fuera de salir a palear un par de veces, nos quedamos descansando al abrigo de nuestro muro y procesando la hermosa experiencia del día anterior. ©Natalia Martinez
![Nuestro menú de TODOS los días... ¡Pasta orientales! (a.k.a. Ramen o pastas tres minutos). ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_ea1c74833c9c4e13db1719da2c5d5644a07ca176b4ac2d41ce7571cbb33dad46.jpg)
Nuestro menú de TODOS los días... ¡Pasta orientales! (a.k.a. Ramen o pastas tres minutos). ©Natalia Martinez
![A la mañana siguiente las nubes parecían estar dando paso al Sol. Así que partimos temprano en busca del cerro De Geer. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_bbd969af403f39b51d0035c9130fc59cf3c8d34295622631676c1a8d679012d1.jpg)
A la mañana siguiente las nubes parecían estar dando paso al Sol. Así que partimos temprano en busca del cerro De Geer. ©Camilo Rada
![Sin embargo, las nubes poco a poco fueron ganando camino, más rápido de lo que nosotros ganábamos metros en la nieve fresca. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_952df21fdfc4bca4d3b2ce247868622b62825ed2c8a672bf72b2c1e144af72e6.jpg)
Sin embargo, las nubes poco a poco fueron ganando camino, más rápido de lo que nosotros ganábamos metros en la nieve fresca. ©Natalia Martinez
![Y justo cuando teníamos que resolver varias pasadas entre grietas la visibilidad se perdió por completo. GAME OVER. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_137e57f391b4e63647441d290d7a25bd201209c0491aaa56c3ecfe2b9cb20693.jpg)
Y justo cuando teníamos que resolver varias pasadas entre grietas la visibilidad se perdió por completo. GAME OVER. ©Natalia Martinez
![El regreso al campamento fue con nula visibilidad. Siguiendo el GPS pudimos ver la carpa cuando esta se encontraba a solo 80 metros de distancia. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_98a44f07be8886d2cfe5f87da179320833ac14b916f107987647cba00956d35a.jpg)
El regreso al campamento fue con nula visibilidad. Siguiendo el GPS pudimos ver la carpa cuando esta se encontraba a solo 80 metros de distancia. ©Natalia Martinez
![Y nuevamente, como si gustara de la Luna más que el Sol, el cerro De Geer se despeja, como si burlándose de nosotros. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_e78ea773e20de04c0e25a8687010c16bc0799b0d0f7a4f47f78ffb1bda14fa19.jpg)
Y nuevamente, como si gustara de la Luna más que el Sol, el cerro De Geer se despeja, como si burlándose de nosotros. ©Camilo Rada
![Nuestro castillo de tela, un cálido rincón en la ciudad amurallada que nos separa de las gélidas noche invernales. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_594c56c1f276e67f6dc566cd0f44c5c01e892a139b47065e7d301e7f31d619ba.jpg)
Nuestro castillo de tela, un cálido rincón en la ciudad amurallada que nos separa de las gélidas noche invernales. ©Camilo Rada
![Con las nubes abrazando el cerro De Geer y un gris pronóstico. Tomamos la difícil decisión de emprender la retirada. De lo contrario no tendríamos ninguna holgura con los tiempos para el regreso. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_b742ff5977d5347ffc731cd6a7d559933070201327e34f5f2212760df213cee3.jpg)
Con las nubes abrazando el cerro De Geer y un gris pronóstico. Tomamos la difícil decisión de emprender la retirada. De lo contrario no tendríamos ninguna holgura con los tiempos para el regreso. ©Natalia Martinez
![Una efímera línea de exactamente 7 kilómetros, es lo único que queda de nuestro paso por Campo de Hielo Norte. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_9c09133696d2cb60d1c8f6fe7160b2702cc5f3fe611b0c29d9bf8005873d7a69.jpg)
Una efímera línea de exactamente 7 kilómetros, es lo único que queda de nuestro paso por Campo de Hielo Norte. ©Camilo Rada
![Al igual que lo veníamos experimentando, las nubes iban y venían. Y de pronto nos encontrabamos nuevamente navegando sin visibilidad. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_bc999bdec72879c86d9bbb525a4ad0e8711f17e201182000dafd7e7689cf3447.jpg)
Al igual que lo veníamos experimentando, las nubes iban y venían. Y de pronto nos encontrabamos nuevamente navegando sin visibilidad. ©Natalia Martinez
![Natalia a punto de iniciar el descenso por el paso Cachet, rodeada de la atmósfera mística que regalan las nubes. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_ea53dccc035b5c53c6a7dafc9b3f845b3928e44d1a1095e537327040edda988f.jpg)
Natalia a punto de iniciar el descenso por el paso Cachet, rodeada de la atmósfera mística que regalan las nubes. ©Natalia Martinez
![Nuevamente volvemos a la rutina de los porteos y el laberinto de grietas que a estas alturas se nos ha vuelto tan familiar. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_f8cd4ee6ed5cd37717d8b0ed8200e9cb2d5661405416d579d738adc4947b79c6.jpg)
Nuevamente volvemos a la rutina de los porteos y el laberinto de grietas que a estas alturas se nos ha vuelto tan familiar. ©Camilo Rada
![Un amanecer de cuentos, nuevamente con la compañía de la Luna y los cerros Pantagruel, Gargantúa y Largo recortados contra un cielo azul cobalto. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_957294a7c027d788a5fedb6496078a83bd00dc99244c7c905b5ff92638c290ec.jpg)
Un amanecer de cuentos, nuevamente con la compañía de la Luna y los cerros Pantagruel, Gargantúa y Largo recortados contra un cielo azul cobalto. ©Camilo Rada
![La extraordinaria pared de granito de la cara SE del cerro Gargantua... haciendo honor a su nombre de gigantes. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_7bcca8771776cdcf5b0c001cf78740b19f374154ca2bfacd305257029b22649f.jpg)
La extraordinaria pared de granito de la cara SE del cerro Gargantua... haciendo honor a su nombre de gigantes. ©Camilo Rada
![Aprovechando una hermosa mañana de sol para secar las cosas mientras hacemos los últimos porteos hasta el punto donde reiniciaremos la marcha con trineos. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_b1ea19142a0a9451eae26b20e43b7df07333c154cddd039b61671006a45d4552.jpg)
Aprovechando una hermosa mañana de sol para secar las cosas mientras hacemos los últimos porteos hasta el punto donde reiniciaremos la marcha con trineos. ©Camilo Rada
![Depósito de trineos desde donde iniciaremos la marcha para cruzar hasta el margen Este del glaciar Nef. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_1225f5954826eccf5ba722d50118b2e705116a7d57385c32c84683569c8b4f0d.jpg)
Depósito de trineos desde donde iniciaremos la marcha para cruzar hasta el margen Este del glaciar Nef. ©Camilo Rada
![En el último porteo sobre el glaciar Nef, despidiéndonos de las delicadas pero estéticas pasadas que nos abrieron paso en el laberinto de hielo. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_12098c6f7a8b1cdd3e875587c810cb4fbf85bb2c1c16d6cd0446d8b9908cc68c.jpg)
En el último porteo sobre el glaciar Nef, despidiéndonos de las delicadas pero estéticas pasadas que nos abrieron paso en el laberinto de hielo. ©Camilo Rada
![Ya con todo a cuestas avanzando por el glaciar Nef, ahora con menos nieve que a la ida así que los crampones salieron a la cancha desde un comienzo. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_2471e41cd3b1051b2344d3dcf77f6a2131db670d9a16bc3ca068e004889f4a4f.jpg)
Ya con todo a cuestas avanzando por el glaciar Nef, ahora con menos nieve que a la ida así que los crampones salieron a la cancha desde un comienzo. ©Natalia Martinez
![Un Dragón de la Patagonia (Andiperla willinki), chapoteaba feliz en una poza sobre el hielo alimentándose de ricas bacterias y algas microscópicas. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_9dc19e288e49fba235c34fd1155047cf7c596995b689e27f17ac5d4acebcab17.jpg)
Un Dragón de la Patagonia (Andiperla willinki), chapoteaba feliz en una poza sobre el hielo alimentándose de ricas bacterias y algas microscópicas. ©Natalia Martinez
![El día que comenzó con cielo azul cobalto, terminó en viento y nevadas. Siguiendo la tónica de inestabilidad que experimentamos durante toda la expedición. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_60d18b95b2729b8938e1c3693ce41b7c0aaab3ee1c639ef7b04d77c2670bf08d.jpg)
El día que comenzó con cielo azul cobalto, terminó en viento y nevadas. Siguiendo la tónica de inestabilidad que experimentamos durante toda la expedición. ©Camilo Rada
![Despidiéndonos del glaciar Nef y agradeciendo que nos dejara entrar al Campo de Hielo! ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_9824e3942ed1b50b02a26b7e0d00568cb335cd392cd84e58ceb6a38b54afe568.jpg)
Despidiéndonos del glaciar Nef y agradeciendo que nos dejara entrar al Campo de Hielo! ©Natalia Martinez
![¡Y vamos con los porteos nuevamente! Atrás nuestro nevado Campamento 7, en tierra firme. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_bb4ac7b58da72e80cd320e48823e35e64b0ace2e487838b6327b91755b3747c2.jpg)
¡Y vamos con los porteos nuevamente! Atrás nuestro nevado Campamento 7, en tierra firme. ©Camilo Rada
![El sol poco a poco se habría paso entre las nubes y la nieve iba dando paso al verdor del bosque. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_788f1460a2a1ad47cc1e002ae6c6eb02867c874af4818877f62888bb39fe9d74.jpg)
El sol poco a poco se habría paso entre las nubes y la nieve iba dando paso al verdor del bosque. ©Natalia Martinez
![Disfrutando la alegría que se siente de ver verde y sentirse acogido por la vida tras pasar semanas en un mundo monocromático e inerte. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_71f80966a29a707351bb522fa62a98ebb619a1d39a09877ea4ea41695cd50a4b.jpg)
Disfrutando la alegría que se siente de ver verde y sentirse acogido por la vida tras pasar semanas en un mundo monocromático e inerte. ©Camilo Rada
![El cansancio acumulado se siente, en especial con estas mochilas pesadísimas que condensan los tres porteos en dos. ¿35? ¿40 kg?. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_8344649d24e841c53ddbfa50c8e6b49b4570b98104d91adf127eeb064dcf4987.jpg)
El cansancio acumulado se siente, en especial con estas mochilas pesadísimas que condensan los tres porteos en dos. ¿35? ¿40 kg?. ©Camilo Rada
![En el camino un zorrito nos encontró y nos siguió tal vez media hora hasta El Palomar. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_506fcafb39cf6ba196fd33767ca467a796cec2a4106a08086bb444a9a65856ed.jpg)
En el camino un zorrito nos encontró y nos siguió tal vez media hora hasta El Palomar. ©Camilo Rada
![C'est fini!! Al fin en El Palomar, el fin de las mochilas pesadas para nosotros pero también el fin de la expedición. Felicidad por las comodidades que se nos vienen y añoranza de los maravillosos lugares que dejamos atrás. ©Natalia Martinez](/assets/images/dispatches/thumb_fb4e0249df30133d7b6e3aa3d843bce138ec912c78c7bb246f5a1d3cc534df39.jpg)
C'est fini!! Al fin en El Palomar, el fin de las mochilas pesadas para nosotros pero también el fin de la expedición. Felicidad por las comodidades que se nos vienen y añoranza de los maravillosos lugares que dejamos atrás. ©Natalia Martinez
![Y como estaba pactado, llego Don Ramon con su pilcheros y silleros. El regreso lo haremos en cuatro patas. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_ada88875a1dc36064c1c16e20180ee563f03bcdd39c9396afeb5acd7cd1db66e.jpg)
Y como estaba pactado, llego Don Ramon con su pilcheros y silleros. El regreso lo haremos en cuatro patas. ©Camilo Rada
![Tras una noche disfrutando la calidez de hogar de la casa de Doña Marta y Don Ramon, volvemos al bote para regresar a la civilización... y sus duchas de agua caliente, ensaladas y ¡carnes a la parrilla! ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_e328663dffafaef24fd65480641fd5c6fa77e4598742ce06444ac6983a7e2c28.jpg)
Tras una noche disfrutando la calidez de hogar de la casa de Doña Marta y Don Ramon, volvemos al bote para regresar a la civilización... y sus duchas de agua caliente, ensaladas y ¡carnes a la parrilla! ©Camilo Rada
![Un momento más de la rutina para Don Ramón y Doña Marta, mientras nosotros nos seguimos fascinando con su forma de vida, su fuerza y su cariño por esta tierra. ©Camilo Rada](/assets/images/dispatches/thumb_1478700d7ad27e58f989b44c08f2845e0285ca389d76a3ea4e128ec2119f0229.jpg)
Un momento más de la rutina para Don Ramón y Doña Marta, mientras nosotros nos seguimos fascinando con su forma de vida, su fuerza y su cariño por esta tierra. ©Camilo Rada